Uso clásico (tareas diarias, citas importantes, actividades de los peques, etc.): te permitirá organizarte mejor, aprovechar más el tiempo y evitar despistes, lo cual se traducirá en tranquilidad.
Menú semanal: prever qué vas a comer durante la semana te ayudará a hacer una lista de la compra más optimizada, perder menos tiempo, tomar mejores decisiones, ahorrar y evitar desperdicios.
Limpieza del hogar: organiza las tareas e, incluso, qué persona realizará cada una de ellas, para que los niños también se sientan involucrados.
Conexión con la naturaleza: si estás viviendo un proceso de reconexión con la naturaleza, puedes anotar qué acciones o actividades vais a hacer cada día para dar un paso más hacia la creación de ese vínculo.
Algunas ventajas de la planificación:
Optimizas el tiempo.
Manejas tus ritmos.
Disfrutas de una vida más tranquila y en orden.
Evitas despistes u olvidos.
Das prioridad a lo importante.
Consigues que tus hijos e hijas entiendan la organización como algo cotidiano, algo que agradecerán en un futuro.